Aprendizado
El deja vu de los programas liberales eternos - por Bruno De Conti (GGN Periódico / Brasil Debate)
Lea el programa económico de los candidatos a la presidencia no es precisamente una tarea agradable. De todos modos, en medio de estos tomos llenos de hermosa y vano, las palabras son importantes propuestas, que revelan la forma en que el candidato piensa en Brasil y sus estrategias.
Para ver cómo los candidatos piensan PSDB el país desde principios de siglo hasta hoy, me decidí a leer los programas de sus últimos cuatro candidatos presidenciales. Ni siquiera sé si esto es motivo de asombro, pero los programas revelan que continúen viendo el mismo Brasil - como si estuviéramos congelados en el tiempo - y proponiendo las mismas cosas año tras año, elección tras elección.
En 2002, el programa del candidato José Serra lloró por el mantenimiento de trípode macroeconómico; abogado por un "choque de la eficiencia en la administración pública"; dijo que las leyes laborales deben adaptarse a las "nuevas tendencias de la economía y el mercado laboral", dando libertad a las negociaciones entre los trabajadores y las empresas; hizo un llamamiento a la iniciativa empresarial. Externamente, prometió la implementación del ALCA, el Área de Libre Comercio de las Américas.
Cuatro años más tarde, en 2006, el programa de Alckmin, por lo que, irónicamente, oda al período de 1930 a 1980, afirma que es necesario reconsiderar las bases del crecimiento.
Con este fin, la receta sería: el ajuste de las cuentas públicas, porque "el Estado es grande e ineficiente"; la modernización de la legislación laboral; y la profundización de la apertura al comercio exterior, para imponer "disciplina de mercado". Para la política exterior, dijo que los BRICS "no son aliados naturales" y otra vez propusieron ALCA.
Sube por cuatro años más y, en 2010, José Serra propone una nueva "gestión fiscal eficiente", con la austeridad y la creación de un Consejo de Administración Fiscal. En el sector externo, defiende menos connivencia con China y los sudamericanos y los acuerdos preferenciales con los principales países de mercados (léase EE.UU.).
Otros cuatro años siguientes y en 2014, Aecio Neves, en sus directrices, defiende la austeridad, etc "Estado eficiente", micro reformas, fomentar el espíritu empresarial, la profundización de la liberalización del comercio Dice incluso que habrá "sentó las bases de un acuerdo preferencial con los Estados Unidos" - es decir, incluso el ALCA, rechazado en repetidas ocasiones por el pueblo brasileño en las calles, siendo parte de la receta.
A pesar de este programa de cuatro años de reproducción económica del PSDB y la elección actual, que se desarrolla en dos! La candidata Marina Silva - como se ha dicho en repetidas ocasiones por sus asesores - tenga muy alta convergencia con el programa económico de Aecio: fortalecimiento macro trípode; austeridad en el gasto público, con la creación de un Comité de Auditoría; mercado laboral flexible y fomentar el espíritu empresarial.
La diferencia es que el programa Marina es menos descarada que los tucanes, los argumentos liberales radicalizados y proponer un Banco Central independiente y el fin de los préstamos obligatorios.
Es increíble cómo más de 12 años y cuatro elecciones diagnóstico que hacen por el país es exactamente el mismo y las políticas propuestas son exactamente los mismos.
Algunos dirán que es consistente. Estoy de acuerdo en parte. Por un lado, se trata de una consistencia casi religiosa en torno a las ideas del liberalismo económico. Por otro lado, revela cierto distanciamiento en relación con el análisis concreto de una realidad cambiante.
No hace nada ha cambiado desde 2002 hasta 2014?
En el ámbito internacional, este período incluye un período de gran dinamismo económico, una crisis de dimensiones globales y el esfuerzo de todos los países en el mundo frente a las consecuencias de esta crisis - en Europa, por cierto, en un intento de contrarrestar por la austeridad fiscal, la regla de oro de los programas antes mencionados, ha sido desastroso.
En Brasil, hay cosas que también sucedieron. Para la mayoría de las cifras de población son innecesarias, ya que ella se da cuenta, a pesar de los muchos problemas que aún enfrentan, que su vida ha mejorado en los últimos 12 años.
Aquellas personas que necesitan los números, que muestran, por ejemplo, que la deuda neta del sector público fue del 60,4% del PIB en 2002 y un 35% del PIB en 2014 En 2002, la tasa de desempleo fue de 11,7 % del PIB en 2014 y es de alrededor de 5%. En 2002, la tasa de pobreza fue de 34,4%, cayendo a menos de la mitad en 2014.
Estas cifras son, evidentemente, restringidos y el análisis no puede detenerse ahí. De todos modos, se plantean algunas preguntas: ¿por qué el mantra de la austeridad, si se controlan las cuentas públicas? ¿Por qué, se están creando la obsesión por el mercado de trabajo flexible puestos de trabajo? Etcétera.
Marina y Aecio, critica el programa por su presunta Dilma carácter retrógrado. Colocar a sí mismos como los precursores de la modernidad, dice la coordinación estatal de la economía es algo del pasado y debe ser sustituido por ágil Estado (mínimo) del siglo 21.
Lo que no saben es que el siglo 21 ya está en pleno apogeo, con todos sus conflictos y transformaciones y continúan con el mismo discurso.
Habla, además, que no sólo se inicia en 2002, pero el año 1980 con Thatcher y Reagan; para la década de 1970, con la dictadura de Pinochet; e incluso en el siglo 19 en Inglaterra. Si usted ya es extraño ver a la misma repetida durante más de una década en Brasil receta, aún es más extraño verlo propuso y en países tan diversos períodos en repetidas ocasiones.
La pregunta inevitable es: ¿qué se relacionan Chile 1973, los Estados Unidos y Brasil desde 1981 hasta 2014? Muy poco. Pero, para ellos, no importa. Las recetas liberales obstinadamente propuesta a cualquier país en el mundo y en cualquier momento histórico. ¿Por qué? Debido a que favorece a unos intereses y clases sociales sobre otras.
A pesar de la sensación de déjà vu que provoca siempre, esta receta se volverá a presentar en 2018, 2022 elecciones, y si bien no es el capitalismo. Por lo tanto le corresponde a la población brasileña rechaza de nuevo - en las urnas y en las calles - cada vez que se pone.
Crédito de la imagen: Carta Maior
* De Bruno Conti es un profesor de economía del Instituto de la Unicamp e investigador en el Centro para el Estudio de la Economía y de Política Económica (CECON / Unicamp)
Publicado por Doney Stinguel en Miércoles, 01 de octubre 2014
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A pesar de la sensación de déjà vu que provoca siempre, esta receta se volverá a presentar en 2018, 2022 elecciones, y si bien no es el capitalismo. Por lo tanto le corresponde a la población brasileña rechaza de nuevo - en las urnas y en las calles - cada vez que se pone.
Crédito de la imagen: Carta Maior
* De Bruno Conti es un profesor de economía del Instituto de la Unicamp e investigador en el Centro para el Estudio de la Economía y de Política Económica (CECON / Unicamp)
Publicado por Doney Stinguel en Miércoles, 01 de octubre 2014
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