Aprendizado
El arte de escuchar y ver
.
Peter Tornaghi
.
.
"El hombre promedio habla, el sabio escucha, discute el tonto."
Proverbio chino
.
Cuando pequeña, solía ver películas "gente grande" al lado de mis hermanos mayores. Mi padre tenía un proyector de 16 mm que utiliza agregada en las sesiones felices e inolvidables de la familia. Recuerdo una noche oí una rubia con un detective de cine negro advertir a un cupincha :. "Cuidado, las paredes tienen oídos"
Como yo no entendía lo que estaba hablando, pensé, literalmente: que las paredes tendrán la misma capacidad de escuchar? Esa noche me fui a dormir solo, como siempre fue, y se preguntó si las paredes realmente me escucharon, me pasé horas tratando de escuchar a ellos y escuchar a mí, desde hace muchos años para repetir este ritual. Estaba descubriendo allí, a mi manera y de forma intuitiva lo que más tarde nominaria de experiencia meditativa.
Hoy no me sorprende más con la afirmación de que las paredes tienen oídos, pero encogerse cada día cuando vi a situaciones en las que tener en cuenta que "las paredes tienen oídos." Y yo me pregunto? Será? Y, por desgracia, a menudo, sospecho que no sólo los oídos tienen paredes a mi alrededor, sino también los ojos, las sensibilidades, las almas, teniendo paredes laboriosamente construidos y defendidos, que impiden percibir y distinguir. Y yo soy adicto a meditar, meditar extrañar si no se trasciende exactamente estas paredes, rescatar la sensibilidad perdida, discernimiento olvidado, rescatar la capacidad de ver y oír en toda su extensión, en su nivel más profundo.
La meditación y la sensibilidad son prácticamente sinónimos. La meditación es el estado al que nos dieron cuando nos tomamos la sensibilidad a sus últimas posibilidades. Cuando tocamos el límite de sensibilidad es capaz de encontrar la puerta de la meditación. A partir de entonces, sólo depende de nosotros, entra o no.
Para llegar a la meditación, podemos empezar a desarrollar la sensibilidad que es el más cercano. Podemos empezar por volver a sus sentidos para percibir toda su capacidad, mejorando la receptividad a lo que oímos, ver o sentir con la piel.
Escuchar es un arte que se desarrollarán para todos aquellos que aspiran a ser honestos consigo mismos y los que pretenden conocer la posible belleza que está vivo. Para ir a escuchar más plenamente, debemos primero entender lo que son nuestras rutas de escape, ya que por lo general evitar percibir el otro. Todos tenemos, en general, difícil de escuchar plenamente, se sientan en frente de otra persona y mientras ella habla, filtramos todo lo que dice de la concepción que se tiene de ella. Si consideramos respetable, ver lo que ella dice de una manera positiva, si no se considere respetable, puede decirnos importantes, fundamentales o hermosas cosas que oímos menos atención y dejar pasar los verdaderos tesoros entre sus dedos. Y si tengo intereses o inversiones en relación con esa persona, sino que también cambia mi escucha.
Nuestra mente es el gran enemigo de la escucha y la sensación de saciedad. Cuando empezamos a escuchar a alguien, inmediatamente comienza a hacer algunos comentarios interna sobre algo que se dijo. Rápidamente comienza a juzgar la situación, condenando algo que fue dicho. Escuchar a sabotear nuestra mente nos lleva a pensar que tenemos alguna idea más real o más importante que la idea de que está hablando. Hasta que llegue el punto en que simplemente pensar en otra cosa que, cínico y secretamente tomar nuestra atención de lo que se está hablando.
Escucha, "sólo escucha", es un arte, y como cualquier arte, puede ser desarrollado, capacitado y logra mediante la educación de la atención. Pero para desarrollar este arte, ¿cómo llegar a ser libre de la juez y el parloteo de la mente? Para ello se crearon las meditaciones de la vista y el oído, meditaciones practicadas durante el acto de ver o escuchar, que nos dan los recursos para hacerlo poco a poco, cada vez con menos interferencia de las resoluciones judiciales contenidas en la mente.
Estas técnicas se han desarrollado para, al principio, sintonizar estos dos sentidos - y son eficaces a este respecto, por ejemplo, son capaces de retroceder las disfunciones básicas de refracción visual, haciendo retroceder el grado de vasos en problemas tales como la miopía, la hipermetropía, el astigmatismo y los ojos cansados, que ya ha llevado a muchas personas a dejar las gafas para practicarlas. Y no sólo la vista cambia a su práctica, también regeneran la sensibilidad del tacto, el gusto y el olfato, haciéndonos sentir más plenamente la realidad que nos rodea.
Pero su interferencia en nuestra experiencia no se detiene allí, así como fomentar la restauración y mejora de las capacidades físicas, estas meditaciones se desarrollan progresivamente los sentidos internos, lo que nos permite entrar en nosotros como un buzo entra en el mar, con el equipo máscara y respirador, ver el universo interior y que tiene aliento para continuar el viaje; con la necesidad de nosotros para explorar nuestra riqueza personal con una nueva y reveladora comodidad claridad. Incluso grandes para sus beneficios físicos, la más preciosa de las meditaciones de la visión es realmente el hecho con las herramientas y nos preparan para el viaje por el inmenso mar nunca cruzó antes de: el océano interno.
Las meditaciones de la vista, junto con las habilidades que se desarrollan, están creando - progresivamente - un ambiente personal de paz y silencio interior, necesario para ver completa. Esta es una nueva calidad de la visión, o un simple "ver", uno de los cuales ve borrado en sí toda la enxergado anterior; ver como uno que no tiene que decirle entonces lo vio; uno ver con la falta de compromiso de los que no le dirá incluso a sí mismo. A ver cómo alguien necesita saberlo nunca lo que has visto, y de la naturaleza de un pájaro ve, sin ni siquiera tener que recordar más tarde.
Luego viene la sorpresa, esta intereses sin concesiones y sin precedentes, visión nos lleva a una comprensión sin precedentes de lo que se vio, un entendimiento implícito que se respira en todos nuestros poros y que habla por sí mismo. La comprensión de los que no conocen intelectualmente, sino que se convirtió en la vista de escena y entenderlo desde adentro hacia afuera y ahora puede tener sus propias palabras para decirle a alguien, si usted quiere o necesita.
Las meditaciones de la visión son tan simple y accesible como efectiva y profunda; fácil de llevar a cabo por aquellos que nunca han meditado, y al mismo tiempo, patrocinadores de una inmersión profunda reales y al que mucho se ha invertido en el propio auto. Sólo tienes que dar una oportunidad. O usted.
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Hoy no me sorprende más con la afirmación de que las paredes tienen oídos, pero encogerse cada día cuando vi a situaciones en las que tener en cuenta que "las paredes tienen oídos." Y yo me pregunto? Será? Y, por desgracia, a menudo, sospecho que no sólo los oídos tienen paredes a mi alrededor, sino también los ojos, las sensibilidades, las almas, teniendo paredes laboriosamente construidos y defendidos, que impiden percibir y distinguir. Y yo soy adicto a meditar, meditar extrañar si no se trasciende exactamente estas paredes, rescatar la sensibilidad perdida, discernimiento olvidado, rescatar la capacidad de ver y oír en toda su extensión, en su nivel más profundo.
La meditación y la sensibilidad son prácticamente sinónimos. La meditación es el estado al que nos dieron cuando nos tomamos la sensibilidad a sus últimas posibilidades. Cuando tocamos el límite de sensibilidad es capaz de encontrar la puerta de la meditación. A partir de entonces, sólo depende de nosotros, entra o no.
Para llegar a la meditación, podemos empezar a desarrollar la sensibilidad que es el más cercano. Podemos empezar por volver a sus sentidos para percibir toda su capacidad, mejorando la receptividad a lo que oímos, ver o sentir con la piel.
Escuchar es un arte que se desarrollarán para todos aquellos que aspiran a ser honestos consigo mismos y los que pretenden conocer la posible belleza que está vivo. Para ir a escuchar más plenamente, debemos primero entender lo que son nuestras rutas de escape, ya que por lo general evitar percibir el otro. Todos tenemos, en general, difícil de escuchar plenamente, se sientan en frente de otra persona y mientras ella habla, filtramos todo lo que dice de la concepción que se tiene de ella. Si consideramos respetable, ver lo que ella dice de una manera positiva, si no se considere respetable, puede decirnos importantes, fundamentales o hermosas cosas que oímos menos atención y dejar pasar los verdaderos tesoros entre sus dedos. Y si tengo intereses o inversiones en relación con esa persona, sino que también cambia mi escucha.
Nuestra mente es el gran enemigo de la escucha y la sensación de saciedad. Cuando empezamos a escuchar a alguien, inmediatamente comienza a hacer algunos comentarios interna sobre algo que se dijo. Rápidamente comienza a juzgar la situación, condenando algo que fue dicho. Escuchar a sabotear nuestra mente nos lleva a pensar que tenemos alguna idea más real o más importante que la idea de que está hablando. Hasta que llegue el punto en que simplemente pensar en otra cosa que, cínico y secretamente tomar nuestra atención de lo que se está hablando.
Escucha, "sólo escucha", es un arte, y como cualquier arte, puede ser desarrollado, capacitado y logra mediante la educación de la atención. Pero para desarrollar este arte, ¿cómo llegar a ser libre de la juez y el parloteo de la mente? Para ello se crearon las meditaciones de la vista y el oído, meditaciones practicadas durante el acto de ver o escuchar, que nos dan los recursos para hacerlo poco a poco, cada vez con menos interferencia de las resoluciones judiciales contenidas en la mente.
Estas técnicas se han desarrollado para, al principio, sintonizar estos dos sentidos - y son eficaces a este respecto, por ejemplo, son capaces de retroceder las disfunciones básicas de refracción visual, haciendo retroceder el grado de vasos en problemas tales como la miopía, la hipermetropía, el astigmatismo y los ojos cansados, que ya ha llevado a muchas personas a dejar las gafas para practicarlas. Y no sólo la vista cambia a su práctica, también regeneran la sensibilidad del tacto, el gusto y el olfato, haciéndonos sentir más plenamente la realidad que nos rodea.
Pero su interferencia en nuestra experiencia no se detiene allí, así como fomentar la restauración y mejora de las capacidades físicas, estas meditaciones se desarrollan progresivamente los sentidos internos, lo que nos permite entrar en nosotros como un buzo entra en el mar, con el equipo máscara y respirador, ver el universo interior y que tiene aliento para continuar el viaje; con la necesidad de nosotros para explorar nuestra riqueza personal con una nueva y reveladora comodidad claridad. Incluso grandes para sus beneficios físicos, la más preciosa de las meditaciones de la visión es realmente el hecho con las herramientas y nos preparan para el viaje por el inmenso mar nunca cruzó antes de: el océano interno.
Las meditaciones de la vista, junto con las habilidades que se desarrollan, están creando - progresivamente - un ambiente personal de paz y silencio interior, necesario para ver completa. Esta es una nueva calidad de la visión, o un simple "ver", uno de los cuales ve borrado en sí toda la enxergado anterior; ver como uno que no tiene que decirle entonces lo vio; uno ver con la falta de compromiso de los que no le dirá incluso a sí mismo. A ver cómo alguien necesita saberlo nunca lo que has visto, y de la naturaleza de un pájaro ve, sin ni siquiera tener que recordar más tarde.
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